Organízate para comer rico y bien

Cocinar es fácil si te gusta hacerlo, como todo. Buscarás recetas nuevas, alimentos de temporada, formas más sanas de prepararlas y, sobre todo, tiempo para hacerlo. Si tú eres de esos, seguro que ya conoces todos estos trucos pera organizarte y comer rico y bien, si no es así, si buscas excusas, series y compromisos para no pisar por la cocina, esto te interesa. ¿Por qué? Porque, ay amigo, es imprescindible comer bien. IM-PRES-CIN-DI-BLE. Y porque, piénsalo bien, si te organizas no vas a invertir casi nada de tiempo en alimentarte, eso que te dará fuerzas para todo lo demás.

Venga, vamos a por esos secretillos que van a organizarnos para comer rico y bien.

  • Tus mejores amigos. Conocidos hay muchos, gente para bailar o tomarse una cerveza hay por todas partes pero, en estos tiempos de pandemia tan poco sociales, ¿quiénes son los básicos? ¿Quiénes son los que están siempre ahí? Pues en la cocina, también. Arroz, pasta, huevos, pisto, ensalada, patata, atún… esos que pueden componer, con un poquito de compañía, un plato completo. Una vez que sepas quiénes son, que no se te olvide tenerlos siempre a mano.
  • Compra bien. Con orden, sabiendo qué tienes y qué necesitas. Prepara dos listas de la compra: la inversa y la directa. La primera consiste en abrir la nevera y la despensa y ver qué falta. Apúntalo y, después, añade lo que necesitas. Ya tienes la segunda lista. Otra cosa, cada uno se organiza como quiera, no vamos a venir nosotros a decírtelo, pero aquí nos funciona el menú semanal, que no es otra cosa que planificar qué vas a comer y qué necesitas para prepararlo. Una vez que lo sabes, sólo tienes que comprarlo.
  • Cantidad y calidad. Si vas a preparar cremas, lentejas, albóndigas, salsas o cualquier otro guiso haz cantidad para comerlo otro día, congelarlo o conservarlo al baño María. Ya que manchas la cocina, que sea por una buena causa.
  • Aprovecha el 2×1. Y no sólo en el supermercado, también en casa. ¿Cómo? Muy sencillo, si enciendes el horno para preparar un pescado, aprovecha la bandeja de abajo para cocinar verduras que podrás aprovechar otro día como guarnición. Antes de que alcance el punto de calor adecuado, puedes tostar algunos frutos secos o semillas con los que dar un punto crujiente a una ensalada. Y termina con un bizcocho para desayunar (si ya aprovechas unos plátanos maduros que tengas por ahí, es de nota). ¿Qué vas a cocer pasta? Una vez que esté hirviendo el agua, cuece algún huevo cuando queden unos ocho minutos para terminar. Ya los tienes para una ensalada.
  • Conserva y ordena bien. Otro básico para que no se estropee nada. Guarda cada cosa en su sitio, que se vea bien y que esté a la temperatura adecuada. ¡Ah! Y coloca más a mano aquellos productos que se estropeen antes. Ya sabes, lo primero que ha entrado, es lo primero que sale. FIFO, que dirían los modernos.

Y ya sabes, hazlo aún más entretenido. Búscate un buen pinche, ponte música, un podcast o, simplemente, concéntrate en lo que estás haciendo, en sus texturas, olores y sabores. Mindfulness del bueno. Disfruta, come bien para nutrirte y sentirte bien. Ahorra, como hemos dicho al principio, ese tiempo para hacer lo que quieras hacer.

Cómo evitar el desperdicio alimentario

desperdicio alimentario, planificar menú, ahorro, compra semanal, no tirar comida, evitar el desperdicio alimentario

Tirar cosas está mal, pero tirar comida está muy feo. No es ético, moral ni sostenible despilfarrar alimentos mientras la mitad del mundo se muere de hambre. Hasta antes de ayer, este era el principal argumento de muchos. Ahora, la crisis del COVID-19 ha puesto en valor cada elemento de la cadena alimentaria y, como dice Oriol Reull, director en España de TooGood to Go, puede cambiar nuestra conciencia sobre la importancia de la comida en nuestras vidas. ¿Cómo podemos evitar el desperdicio alimentario? Pues con mucho cuidado, pensando bien qué tenemos y cómo vamos a consumirlo. Cada uno tiene sus trucos, a nosotros nos funcionan estos, ¡esperamos que a ti también!

  • Qué tienes y qué vas a hacer con ello. Primer paso básico, echa un vistazo a la nevera para ver qué productos frescos se van a estropear los primeros. Después abre la despensa y comprueba si alguno está a punto de caducar. Estos serán los ingredientes estrella que, sí o sí, consumirás esta semana.
  • Planifica y apunta. Ahora coge el planificador semanal (o el sistema que te funcione a ti), programa estas recetas y completa el resto de comidas, cenas, desayunos y meriendas con los platos que te apetece preparar (ojo, piensa que también tienen que ser nutritivos) y apunta bien todo lo que tienes que comprar. Ya sabes, minimiza las visitas a la tienda, que seguimos en cuarentena.
  • Es clave mantener la nevera, la cocina y la despensa limpia y ordenada. Sólo así cada alimento estará bien conservado y, además, serás capaz de ver de un vistazo qué es lo que tienes y lo que no.
  • Congela, conserva y guarda. Aprovecha la parte más fría de la nevera (la que está más cerca del congelador) para conservar carnes, pescados, lácteos, charcutería, cremas y alimentos en proceso de descongelación, y coloca los huevos, la mantequilla , leche, o frutas y legumbres en el resto de estantes.
  • Aprovecha todo. Algunos de los platos estrella de la cocina tradicional son precisamente eso, recetas de aprovechamiento. ¿O de dónde crees que salieron las croquetas de cocido? ¿Y las empanadillas?

Ya nos contarás si te han funcionado estos trucos para evitar el desperdicio alimentario, ¡estamos deseando saberlo!