Más paciencia. Y siempre buenos alimentos

¿Qué más podemos decir? Si el año pasado hablábamos de la Navidad como un estado de ánimo que podemos mantener siempre, esta vez sólo nos centraremos en aprovechar el momento. No llegamos a más.

¿Qué puedes juntarte con la familia al completo? Sé consciente, afortunado, y tira la casa por la ventana con un menú navideño rico, rico. Eso sí, ten en cuenta que puede que fallen algunos invitados en el último momento (cosas de los confinamientos) así que quizás te sobre algo más de comida que otras veces. No hay problema, hay miles de recetas estrella que surgieron de lo que, aparentemente, eran restos.

Si, por precaución, vas a quedarte en casa, no te dejes y prepara un menú navideño en condiciones. Cocina la receta más tradicional de tu casa o crea las tuyas propias, es el momento. Total, nadie se va a quejar.

Aprovecha los días de descanso, que nunca viene mal tener algo de tiempo para aprender nuevas recetas. Ya vendrán otros tiempos donde podamos disfrutarlas más acompañados. O cocina con los niños, es la mejor forma de que aprendan a respetar y disfrutar los alimentos.

No te olvides de los Reyes Magos, también te dejamos algunas ideas para que escribas tu carta y la de amigos gourmets, cocinillas y amantes de los libros. Y eso sí, acuérdate del comercio local en estas fechas. Ellos son los que construyen tu pueblo o ciudad todo el año.

Lo dicho: aprovecha el momento. Y, por si acaso, que nos pille con la despensa llena de carne tierna y sabrosa. De Gallegos.

Paciencia y buenos alimentos

La Navidad no son luces, compras y borracheras. La Navidad es un estado de ánimo que podemos mantener todo el año

¿No sabes si vas a volver a casa?
Entonces te toca hacer que el producto y al aroma te lleve hasta allí. Pregunta a tu madre por los secretos de esa receta, la única. Y pasa una tarde con ella preparándola con la ayuda de Zoom, Facetime, whatsapp o la aplicación que uses tú (y que le hayas enseñado a ella)

¿Ellos no pueden venir? 
Habla con tu carnicero de confianza y prepara un regalo protagonista para la cena. Faltarás tú, por supuesto, pero ellos lo agradecerán.

¿Seremos pocos?
Pero comeremos bien, cuidando cada detalle, cada receta, para que la cena sea especial. 

¿Este año no van a ser las Navidades de siempre?
Trabajemos para que el año que viene, lo sean.
Hoy, defendamos lo que podemos controlar, que no es mucho, pero aún podemos elegir qué compartir en nuestra mesa. 

Con todo, este año celebrar, como podamos, la Navidad será nuestra victoria.

Paciencia, pues, y buenos alimentos.