Seguimos aprendiendo

Quince días en casa y, de momento, buscando cómo afrontar otras dos semanas más. Pasemos a la acción, hemos decidido entender nuestra casa como nuestro refugio, no es una prisión. Queremos abrir bien los ojos y las orejas para estar atentos a todo lo que esta situación nos está obligando a vivir. El resto del tiempo, seguimos trabajando para que no falte carne de ternera en la mesa de nadie así que, como veis, no nos vamos a aburrir. Mañana, ya veremos

Como tampoco somos tan sabios, hemos recopilado algunas reflexiones por aquí. Seguro que faltan evidencias que no hemos visto, ¿nos ayudas? Pues empezamos, y si…

  1. Entendemos que juntos somos más. Quiero pensar que la conciencia social adquirida estos quince días no se nos va a olvidar dos semanas después del día 1 del resto de nuestra vida. No pueden dejar de escucharse los aplausos a los colectivos públicos que nos cuidan y velan por nuestra seguridad, así como a los que nos alimentan. Pero espero que no se queden en los balcones, si no que se traduzcan en iniciativas, respeto y elecciones.
  2. Busco información. Imprescindible para mantener la cabeza, y el corazón frío. Los datos son estremecedores, terribles, pero hay muchas y diferentes formas de contarlos y contextualizados. El sensacionalismo, como siempre, no ayuda nada.
  3. Doy a las Marías su importancia… Literatura, música, plástica y educación física. Si no tenías libros, discos y hábitos deportivos en casa, internet se ha llenado de profesionales dispuestos a compartir su arte. Sí, eso que antes nos parecía superficial, aporta ahora un poco de color a cada día. Y a nuestra salud física y mental.
  4. Escucho la naturaleza. Abre la ventana. De nada.
  5. Limpio. Con lejía, con cuidado, con jabón y con mimo. Seguro que nunca te has lavado tanto las manos. Bien, es la principal medida de protección. Pero voy a intentar limpiar también todo lo que sobra, que seguro que es más (y más inesperado) de lo que creo. Algunas de las prioridades de hace quince días hoy nos suenan a chiste. Y, sobre todo, poco a poco me voy dando cuenta de que voces, realmente, quiero escuchar.
  6. Insistimos, a comer bien. No nos cansaremos de repetirlo, que para eso estamos: compra local y de temporada, planifica tu menú y tu compra, y prioriza los alimentos sanos y ricos buscando nuevas recetas que hagan que te apetezca cocinar. Es posible, de verdad.
  7. Aprendo. Sin presión, no voy a añadir más agobios a una situación ya de por si estresante. ¿Cómo lo ves? Seguro que si busca por ahí encuentras una afición que va hacer que salgas un poco de esta espiral. Dibujo, escritura, deporte, diseño o cocina, yo qué sé. Hay muchas plataformas que te ofrecen esa oportunidad.
  8. Aporta o aparta. Sin más, si no traes soluciones o alegría…hasta luego.

Ideas para comer rico y bien en cuarentena

Comer es uno de los placeres que podemos disfrutar en casa. En este momento, vivir con un cocinillas está tan valorado como tener jardín (no sé si perro). El resto de los mortales podemos acercarnos a la ventana cuando salga un rayo de sol o, quizás más fácil, aprender a cocinar. Cada uno a su nivel, sin prisas, que no es momento de meternos más presión, creo yo.

Además, que no se nos olvide, el objetivo de todo esto es cuidarse para cuidarnos. Estamos en casa para protegernos y proteger para, en definitiva, mantenernos sanos. Y la nutrición es un aspecto fundamental para conseguirlo.

  1. Come rico y come bien. Si te gusta cocinar, ya sabes de lo que hablamos. Si no es así, no te queda más remedio que hacerlo, al menos, tres veces al día, por lo que va a ser mejor que encuentres la gracia del asunto. Si tienes tiempo, abre un vinito (una copa, no te emociones), pon música y fíjate bien en lo que vas a cocinar, cómo aliñarlo y sazonarlo o cómo la técnica de cocina cambia los sabores. Cocina alimentos que te gusten, eso te va a hacer sentir bien. Prioriza los más sanos, esto te va a hacer estar bien.
  2. Vas a picotear, asúmelo. Tienes más tiempo, estás en casa y la nevera es una distracción importante. ¿Qué hacer? Saca las guarrerías de casa y llena los estantes de picoteos un poco más sanos.
  3. Planifica, planifica y planifica. Importante: baja a comprar con la lista de la compra bien hecha (y protégete). Para ello, habrás tenido que planificar tu menú para, al menos, una semana. Puede sonar un poco agobiante, pero tener el menú controlado va a hacer que sientas que, al menos, controlas algo.
    Además, con internet a tu disposición, tienes miles de ideas, menús, recetas… es el momento de aprender qué alimentos son de temporada, cómo cocinarlos o buscar nuevas técnicas. Quizás no hagas guisos a baja temperatura porque nunca pasas mucho tiempo en casa, ¿por qué no estrenarte ahora?
  4. Actividad física. Sabes que vas a pasar más tiempo sentado. Si tienes un trabajo que implica actividad física o hacías mucho deporte, toca adecuar tu dieta a la nueva situación. ¿Cómo? Buscando recetas más ligeras, evitando fritos y adaptando cantidades, principalmente. Pero deja los experimentos para otras ocasiones, no es el momento de suprimir alimentos sanos o grupos de nutrientes por tu cuenta. Necesitas vitaminas, las proteínas son indispensables para tu masa muscular y la fibra , ¡ay la fibra! Ahora que nos movemos menos, no podemos echarla de menos.
  5. Come y bebe, claro está. Agua, agua, mucho agua. Infusiones, también. Y ojo con el café, no creo que necesitemos estar más nerviosos, y con el alcohol. Que estamos de cuarentena, no en Gandía Shore.

Estas son algunas de las ideas que, de momento, nos están funcionando, ¿cómo lo lleváis vosotros?

Cuidaros muchos, comer bien, y a mantenerse sanos.

Salud y comida

Después de una semana de confinamiento, estamos aprendiendo muchas lecciones a la fuerza. Así somos los humanos. Esta es nuestra primera lista de reflexiones sobre nuestro modo de vida pasado, presente y futuro. ¿Seguiremos aprendiendo? ¿Cambiarán de verdad nuestras prioridades? ¿Cambiará algo cuando esto pase? Seguiremos dando vueltas a estas y otras cuestiones que iremos viendo por el camino.

Cuídense todos. Salud, comida y amor.

Cuídate, cuídame al hacer la compra

Hoy, más que nunca, tenemos que cuidarnos. Cuídate tú para cuidarme a mí también. Protégete para protegernos a todos. Y come, pero hazlo bien. Esta nueva realidad ha hecho que actos antes rutinarios tengan que ser hoy muy planificados, y hacer la compra es el principal. Nada de olvidos, despistes y paseos en balde, evita movimientos no calculados. Sí, tendremos que fliparnos un poco estos días, lo que sea para romper la nueva rutina ¿Vamos a por ello?

  • El suministro está garantizado, compra con cabeza. Planifica lo que vas a comer durante toda la semana y haz la lista en consecuencia. Hay muchas aplicaciones y planificadores que lo hacen muy fácil. Ahora puede ser un buen momento para adquirir un hábito que ayuda a reducir el desperdicio alimentario.
  • Como siempre, para todo, extrema la higiene. No toques nada, usa guantes desechables sólo para esa ocasión (que son de usar y tirar, no lo olvides) y lleva gafas, que también protegen.
  • Respeta la distancia de seguridad. Eso, y lavarse las manos, están demostrando ser las medidas más eficaces. Habla con tu carnicero, frutero, pescadero… y haz pedidos telefónicos o por whatsapp para que te avise cuando lo tenga preparado.
  • Tose como Batman. Nunca has tenido mejor oportunidad para demostrar que eres un superhéroe.
  • Cuida la comida. La higiene, también ahora. Tira plásticos, lava bolsas, lava la fruta, congela lo que tengas que congelar.

Estas son algunas de las ideas que hemos recopilado, seguro que tú tienes alguna mejor. ¡Compártela!

Rollitos de ternera con espárragos y mozzarella

rollitos de ternera con espárragos y mozzarrella
Foto y receta: Revista Lecturas

El orden de los factores no altera el resultado: la carne de ternera como contenido y como continente. Igualmente delicioso, ¿o no? Prueba a ver con estos rollitos de ternera con espárragos y mozzarella que hemos encontrado en la Revista Lecturas mientras buscábamos una receta con espárragos, que para eso están de temporada.

Ya sabéis, no nos cansamos de repetir el secreto para evitar el despilfarro alimentario y reducir la famosa huella de carbono con poco esfuerzo:compra local y de temporada. Además es más rico, más sano y más económico. Para echarte una mano, te dejamos otras recetas de temporada. Y, ya que estamos, más recetas con espárragos y algunas recetas con rollitos de ternera. Estamos que lo tiramos, ¿eh?